El pasado 19 de junio mediante sus redes oficiales, el dirigente y precandidato a diputado 2026-2030 por el Frente Amplio, el señor José María Villalta, manifestó su agrado ante la noticia de las intenciones presidenciales del diputado de izquierda Ariel Robles.
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El anuncio de la precandidatura presidencial de Ariel Robles por el Frente Amplio me ilusiona.
Ariel nos demuestra que es posible ser firme contra la corrupción, sin perder el respeto por las personas ni sacrificar la democracia. En la Costa Rica de hoy estas cualidades son indispensables. Frente a la inoperancia del gobierno más ineficaz de la historia, nadie ha sido más efectivo para frenar por igual los chorizos del viejo bipartidismo y los de sus nuevos aprendices. Y todo esto, sin necesidad de perder el trato humano ni dinamitar las instituciones. El compromiso ético, la claridad política y la capacidad de estudio que caracterizan a la fracción actual del FA tal vez ya las conocía, pero no deja de sorprenderme la capacidad de Ariel para traducirlas en acciones concretas, efectivas y claramente comunicables.
¿Se puede confrontar con firmeza los abusos de los poderosos y al mismo tiempo mantener la capacidad de diálogo para sentarse con los más diversos sectores? Parece difícil, pero Ariel lo logra, pues también es capaz de hablar con todo el mundo. En una sociedad polarizada, dividir es fácil. Pero Ariel puede unir, sabe escuchar y encontrar puntos en común, sin ser complaciente con todo lo que está mal. Creo que esas son cualidades muy necesarias en un presidente. La historia lo demuestra. No nos sirve un pecho frío al que solo le corre horchata por las venas, que se envalentona contra los humildes, para luego encogerse ante los poderosos. Pero tampoco un presidente bombeta de turno, dispuesto a prenderle fuego a la finca para esconder su incapacidad de administrarla (peor aún, si cuando pasan el humo, los gritos y llega la resaca descubrimos que los poderosos también lo tienen en la bolsa).
Hoy más que nunca necesitamos un presidente que tenga en su corazón el fuego y la convicción de querer cambiar las injusticias que vive nuestro pueblo, pero también la templanza, la madurez y la cabeza fría para hacerlo sin destruir todo lo bueno y lo bello que tiene esta tierra. Uno que sepa diferenciar problemas nacionales de rencillas personales.
Es cierto, el país no está para paños tibios y discursos vacíos sobre las glorias del pasado. Hay que decir con claridad que el Estado tiene mucho tiempo de estar mal administrado y sus instituciones no están respondiendo a las necesidades de la gente. Que las regiones fuera del GAM están abandonadas y los gobiernos de turno han permitido que la violencia y la desigualdad lleguen a niveles insoportables. Pero también debemos recordar que para enfrentar estas múltiples crisis, la solución no es renunciar a las libertades democráticas o retroceder al sistema feudal, dejando que Costa Rica se convierta en un Estado fallido donde los bufones de la corte se reparten las riquezas nacionales mientras el aspirante a rey vocifera sin saber que está desnudo. Por el contrario, hace falta construir un nuevo pacto social. Refundar las instituciones para que sirvan de verdad a la gente. Resignificar la democracia, profundizándola.
Ariel Robles tiene las cualidades personales para liderar este proceso. Por eso recibo con entusiasmo su postulación.
Compañero Ariel, cuente conmigo en su tripulación.
Fuente: Redes Sociales José M Villalta
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