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martes, 29 de julio de 2025

Samsung sigue creciendo en Costa Rica y abre cuarta tienda en Cartago

 


En el Centro Comercial Paseo Metrópoli, usuarios costarricenses estrenan un Centro de Experiencia donde recibirán atención personalizada al adquirir productos, probar los equipos en las zonas interactivas y beneficiarse de servicio técnico especializado

Costa Rica, 24 de julio del 2025–   Con el compromiso de ampliar y optimizar la atención personalizada a los usuarios de Costa Rica mediante experiencias tecnológicas innovadoras, Samsung Electronics inaugura un moderno espacio en el Centro Comercial Paseo Metrópoli, en Cartago.

 

En el Centro de Experiencia Samsung los visitantes no sólo tendrán atención personalizada para adquirir productos del variado portafolio de la marca, sino también interactuar con distintos equipos y así conocer de primera mano cómo funcionan en estaciones de testeo, experiencias que a más de uno dejarán cautivado. 

 

Destacan las zonas SmartThings, en las que conocerán cómo una app integral los ayuda a gestionar de manera remota el funcionamiento y control de su ecosistema de electrodomésticos y otros servicios del hogar, desde el confort de un smarthphone u otro dispositivo inteligente móvil.  Todo con ayuda de la Inteligencia Artificial, la automatización y otras avanzadas tecnologías que se conjugan en los productos de Samsung.

 

En esta tienda podrán probar la extraordinaria calidad de los acondicionadores de aire de Samsung en una cabina especialmente ideada para este fin.  En la zona de experiencia de sonido y en la isla de televisores, los visitantes confirmarán la razón del éxito de la calidad visual y de audio de las pantallas y las barras de sonido de la marca. 



 

Mucho más que una tienda de compra

Los smartphones Galaxy S25 Ultra, Z Fold7 y Z Flip7, los TV inteligentes Neo QLED, QLED y OLED 2025, los TV de la línea Lifestyle como The Frame, las barras de sonido y monitores con IA, los electrodomésticos digitales, como refrigeradores de la línea Bespoke, y accesorios y wearables, incluyendo smartwatches Galaxy Watch, son parte de los protagonistas de la exhibición de la nueva tienda ubicada en Paseo Metrópoli.

“En nuestras tiendas los clientes no sólo adquirieren productos, reciben mucho más. Sean amantes de la tecnología de punta o personas que sencillamente quieren conocer novedades, en nuestros Centros de Experiencia Samsung todos tienen un espacio para explorar, probar y aprender sobre las últimas innovaciones tecnológicas de la marca en un ambiente interactivo y personalizado. Al experimentar con dispositivos de última generación como smartphones Galaxy, tabletas, wearables, televisores QLED y electrodomésticos inteligentes en un ambiente confortable, moderno y sofisticado, conocerán el mundo de ventajas que Samsung les ofrece a favor de su satisfacción y bienestar cotidiano”, dijo Daniel Yoon, Director Comercial de Samsung Costa Rica.

Y para quienes necesitan asistencia con relación a sus equipos ya adquiridos, en la tienda cuenta con soporte de postventa y garantía.  En el área de servicio técnico, podrán ver a los técnicos trabajando a través de un cristal piso a techo. Además, en esta instalación recibirán los beneficios de siempre como entrega de productos sin costo y hasta la opción de comprar a crédito con 24 cuotas tasa cero.

“Nuestra máxima es mejorar constantemente la atención personalizada.  Queremos ser consecuentes con nuestros usuarios y honrar la fidelidad con la marca Samsung.  Por eso estamos sumamente complacidos en ofrecer a los usuarios de Costa Rica estos nuevos espacios”, dijo el ejecutivo de Samsung.

Fuente: Samsung Electronics Ltda

miércoles, 23 de julio de 2025

Nace en Cartago Innovador Centro de Salud Funcional

 


Viva Movimiento y Energía Integral


Desde inicios del presente mes de Julio ha nacido en Cartago un nuevo lugar dónde las personas que enfrentan dificultades para su movilidad pueden hallar una solución de terapia adaptativa a su condición específica.

Don Alejandro Navarro, representante, detallo a Noticias Digital cuál es la misión y objetivo del proyecto.

"Centro de Actividad Física Adaptado para Personas Reales.

Viva Movimiento y Energía Integral nace como una iniciativa dedicada a personas adultas, personas jubiladas, adultos mayores y niños que han estado alejados del ejercicio por dispositivos electrónicos, ya sea por factores como el sobrepeso, la obesidad, el sedentarismo o la falta de espacios seguros y adecuados para comenzar.

Nuestro programa está dirigido a:

Personas adultas que desean recuperar movilidad, salud y vitalidad.

Personas jubiladas que buscan mantenerse activas física y emocionalmente.

Adultos mayores que necesitan fortalecer su cuerpo, prevenir caídas y mejorar su funcionalidad.

Personas con sobrepeso u obesidad, que requieren acompañamiento profesional, seguro y respetuoso.

Niños con sobrepeso u obesidad, para introducirlos al movimiento de forma lúdica y saludable.

A partir de los 50 años, el cuerpo empieza a cambiar: se pierde masa muscular, disminuye la energía y se vuelve más importante que nunca moverse correctamente. Por eso, nuestro enfoque está en recuperar fuerza, funcionalidad y bienestar emocional mediante programas personalizados y progresivos.

Nuestro mayor diferencial es que no somos un gimnasio convencional ni un centro de entrenamiento de alto rendimiento.

Nuestra competencia no son los gimnasios ni los boxes de CrossFit. Nuestra verdadera competencia es la inactividad, el miedo, el abandono y la rutina sedentaria.

Viva Movimiento y Energía Integral es un espacio cómodo, cercano y seguro, diseñado con empatía y profesionalismo, donde cada persona independientemente de su edad o condición puede encontrar un lugar para comenzar, retomar o continuar su camino hacia una vida más activa y plena.

Aquí, cada paso cuenta."


Artículo de Opinión: Irán e Israel: ¿hay lugar para el perdón? - Lisandro Prieto Femenía

 


Irán e Israel: ¿hay lugar para el perdón?

"El único camino para escapar de esta irrevocabilidad de la acción y la irreversibilidad de todo lo que sucede es la facultad de perdonar”

Hannah Arendt, La condición humana, 2005, p 287.

Es sabido que la capacidad de perdonar, y de ser perdonado, se ha erigido a lo largo de la historia como una de las virtudes humanas más complejas y, a menudo, más esquivas. Antes de que la filosofía moderna se adentrara en sus profundidades, las tradiciones religiosas ya habían establecido el perdón como un pilar fundamental de la ética y la coexistencia. En la concepción judeocristiana, el perdón no es meramente una opción, sino un imperativo que conecta lo divino con lo humano de manera inexorable, nos guste o no.

Puntualmente, en el judaísmo, la teshuvá (el arrepentimiento y el retorno) es un proceso activo que culmina en la búsqueda del perdón, tanto de Dios como de la persona agraviada. El Yom Kipur (“Día de la Expiación”), es la expresión cúlmine de esta búsqueda personal y colectiva de reconciliación. Por su parte, el cristianismo eleva el perdón a la piedra angular de su mensaje: la figura de Jesús de Nazaret enfatiza no sólo la gracia divina del perdón, sino también el mandato ineludible de perdonar al prójimo, incluso a quienes nos han infligido un daño profundo. La oración del Padre Nuestro, en su súplica “perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”, encapsula esta interdependencia existencial. Pues bien, en estas tradiciones el perdón es visto como un acto de liberación del rencor y una vía para la restauración de la comunidad y del individuo con lo trascendente.

Ahora bien, más allá del precitado significado teológico, el perdón posee una densidad filosófica que Hannah Arendt explora con particular agudeza, muy pertinente para nuestro contexto actual en el cual el perdón ya no es solamente una cuestión moral o religiosa, sino una facultad para la supervivencia de la acción humana y la posibilidad de un futuro. Recordemos que en su obra seminal titulada “La condición humana” (1958), analiza la condición humana a través de las categorías de labor, trabajo y acción.

Es en el ámbito de la acción donde el perdón adquiere su relevancia más critica, en tanto que es, para Arendt, la facultad específicamente humana de iniciar algo nuevo, de irrumpir en el mundo con lo inesperado. Sin embargo, esta misma cualidad de la acción- su imprevisibilidad y su irreversibilidad- la  convierte en algo inherentemente peligroso. Una vez que actuamos, no podemos “deshacer” lo hecho, y las consecuencias de nuestras acciones se propagan de manera incontrolable, creando una red de relaciones y obligaciones que pueden atraparnos.

En sus palabras, Arendt afirma con contundencia que “la incapacidad para perdonar es en realidad la incapacidad para deshacer lo que ha sido hecho, y de este modo, sin importar lo que el resultado pueda ser, la incapacidad para liberarse de sus consecuencias” (La condición humana, 2005, p. 287). Aquí radica la importancia cardinal del perdón: es la única “llave” capaz de desbloquear las consecuencias ineludibles de la acción. Si no hubiera perdón, la acción humana estaría condenada a una especie de fatalismo, donde cada acto, por más pequeño que fuera, generaría una cadena interminable de retribuciones y resentimiento, impidiendo cualquier nuevo comienzo.

La venganza, consecuentemente, nos mantiene atados al pasado, perpetuando así el ciclo de la ofensa y la represalia. Como señala Arendt, “el único camino para escapar de esta irrevocabilidad de la acción y la irreversibilidad de todo lo que sucede es la facultad de perdonar”  (La condición humana, 2005, p. 287). Desde esta perspectiva, entonces, el perdón no borra el evento, pero sí libera al actor y al ofendido de las consecuencias punitivas e interminables que dicho evento podría generar.

Junto con la facultad de perdonar, nuestra autora introduce la de “prometer” como los dos grandes “liberadores” que hacen posible la vida humana en común. Mientras el perdón lidia con el pasado irreversible, la promesa se ocupa del futuro impredecible. Ambos son esenciales para mantener la “red de las relaciones humanas” y permitir que la acción política y social continúe. Conforme a su propuesta interpretativa, Arendt indica que “el perdón sirve para deshacer lo hecho, y la promesa sirve para atar al actor en la imprevisibilidad del futuro” (La condición humana, 2005, p. 289). Ambos mecanismos permiten a los seres humanos ejercer su libertad y su capacidad de iniciar, sin ser aplastados por la carga del pasado o la incertidumbre del futuro. El perdón es, en este sentido, un acto de libertad recíproca: libera al que perdona del resentimiento y al perdonado de la culpa y de las consecuencias vengativas.

Aunque Arendt primariamente sitúa el perdón en la esfera de las relaciones interpersonales, su relevancia se extiende a la esfera política, especialmente tras los horrores del totalitarismo. En su obra “Eichmann en Jerusalén” (1963), reflexiona sobre la naturaleza de la culpa y la responsabilidad en crímenes masivos de lesa humanidad y, si bien el libro no se centra en una teoría del perdón, sí plantea indirectamente sus límites y posibilidades. La “banalidad del mal” de Eichmann no exige la necesidad de juicio y justicia, pero sí plantea interrogantes sobre la naturaleza del arrepentimiento y la capacidad de perdón ante faltas de tal magnitud.

En definitiva, para nuestra autora el perdón siempre es un acto personal, dirigido a una persona específica por una ofensa concreta. Esto genera una tensión cuando se trata de crímenes masivos o sistemas de opresión, abriendo la puerta a la pregunta: ¿Puede una sociedad “perdonar” crímenes que afectan a la humanidad en su conjunto? Arendt parece sugerir que el perdón político, en el sentido de una amnistía que borra la memoria y la justicia, es peligroso. La justicia debe administrarse para restaurar el orden legal y moral, pero la posibilidad de la reconciliación y de la reanudación de la vida política entre los afectados, una vez que la justicia ha sido servida, sí demanda una forma de liberación del ciclo de la venganza.

No es casual que justamente hoy traigamos este asunto a la discusión, porque las reflexiones de Arendt sobre la irreversibilidad de la acción y la necesidad del perdón y la promesa para la continuidad de la vida humana adquieren un sentido particular en escenarios de conflicto prolongado, donde el peso del pasado parece dictar las reglas al futuro. La compleja y volátil relación entre Israel e Irán, con sus raíces históricas, ideológicas y geopolíticas, ofrece un campo de estudio paradigmático para examinar la ausencia de estas facultades arendtianas y sus devastadoras consecuencias.

En este conflicto, la memoria de ofensas pasadas y la percepción de amenazas existenciales mutuas parecen imposibilitar el acto de “deshacer lo hecho” a través del perdón. Desde la perspectiva iraní, se percibe una injerencia histórica y una amenaza constante a su soberanía y seguridad, a menudo anclada en eventos que datan de décadas, incluso siglos (y de ayer a la noche también). Desde la perspectiva israelí, la retórica agresiva de Irán, su programa nuclear y el apoyo a grupos militantes en la región son vistos como amenazas existenciales directas, ecos de persecuciones históricas y la necesidad de autodefensa.

Arendt nos recordaría que la venganza, en lugar de liberar, nos encadena, porque “la venganza, que es la reacción más natural, sólo sirve para atar al ofensor a la ofensa, y al ofendido a la venganza misma” (La condición humana, 2005, p. 288). En el caso de Israel e Irán, se observa con claridad una escalada de acciones y reacciones que, lejos de resolver el conflicto, lo perpetúan y profundizan. Cada ataque, cada sanción, cada declaración beligerante, se convierte en un nuevo eslabón en una cadena de eventos irreversibles que consolidan el resentimiento y la desconfianza mutua.

La “promesa”, como facultad de iniciar algo nuevo y de forjar un futuro compartido, se ve igualmente anulada. La incapacidad de ambas partes para proyectar un futuro que no sea una simple continuación o escalada de sus antagonismos presentes, demuestra la parálisis que la ausencia de perdón genera. No hay espacio para la creación de “islas de predictibilidad” a través de acuerdos o lazos de confianza, pues el peso de las acciones pasadas y presentes y la anticipación del daño futuro impiden la articulación de cualquier esbozo de promesa genuina de coexistencia: a la luz de los acontecimientos, ambos están decididos a borrar del mapa al otro.

La dificultad se agrava porque, como Arendt observó en “Eichmann en Jerusalén”, el perdón en el ámbito político colectivo es intrínsecamente problemático. No se trata sólo de la ofensa de un individuo a otro, sino de percepciones de daño existencial entre entidades políticas y culturales, o sea, naciones completas. ¿Quién perdona y quién es perdonado en un conflicto donde la narrativa histórica y la identidad nacional están profundamente entrelazadas con el agravio? La justicia, que Arendt defendía como necesaria antes de cualquier reconciliación, a menudo es interpretada de forma radicalmente opuesta por cada bando, impidiendo cualquier terreno común para encarar el proceso de “deshacer lo hecho”.

Así, la reflexión nos invita a ver el conflicto entre Israel e irán no sólo como un choque de intereses geopolíticos, sino como un trágico ejemplo de cómo la negación o la imposibilidad de aplicar las facultades humanas del perdón y la promesa, conducen a una espiral de irreversibilidad que amenaza con devorar cualquier posibilidad de un nuevo comienzo y de una acción verdaderamente liberadora.

Si bien Arendt enfatizó sobre la funcionalidad del perdón para la acción y la liberación, otros pensadores han explorado su naturaleza paradójica. Jacques Derrida, por ejemplo, en obras como “Del perdón” (2000), lleva el análisis a una aporía fundamental, en tanto que para él el perdón “puro” o “incondicional” es el perdón de lo imperdonable, de aquello que por su magnitud o su naturaleza parece exceder cualquier posibilidad de expiación o reparación: "El perdón, si lo hay, debe perdonar lo imperdonable." (Derrida, J. Sobre el Cosmopolitismo y el Perdón, 2005, p. 57).

Esta noción derridiana del perdón como un acto que trasciende la razón instrumental y el cálculo de la culpa, se complementa con la visión arendtiana. Mientras que ella se enfoca en cómo el perdón permite la continuidad de la acción y la vida pública, Derrida se adentra en la ética radical del perdón que desafía los límites de lo concebible. Juntos, nos obligan a considerar que la importancia del perdón no solo reside en su utilidad para la vida práctica, sino también en su capacidad de trascender el mero cálculo de la justicia y la retribución, abriendo la puerta a lo verdaderamente nuevo y liberador.

Tras haber explorado el perdón desde sus raíces teológicas hasta algunas elaboraciones filosóficas, destacando el papel de facultad liberadora de la irreversibilidad de la acción, hemos visto cómo, junto con la promesa, también es la herramienta que permite a la humanidad iniciar nuevos comienzos y construir un futuro no predeterminado por el peso de lo ya acontecido. La ausencia de estas facultades, como ejemplifica la persistente tensión entre Israel e Irán, condena a las sociedades a una espiral de resentimiento y reactividad, donde el pasado se niega a ceder su tiranía sobre el presente y el futuro.

Pero la reflexión no termina aquí. ¿Es el perdón siempre posible, o incluso deseable? ¿Existen actos tan atroces que desafíen cualquier noción de misericordia, no solo desde la perspectiva de la víctima, sino desde la de la propia humanidad? Si el perdón, como sostiene Derrida, debe perdonar lo imperdonable para ser “puro”, ¿significa esto que en la esfera de lo político y lo colectivo, donde las heridas son profundas y a menudo generacionales, el perdón es una aspiración utópica o una peligrosa amnistía que disuelve la memoria y la justicia?

La verdadera importancia del perdón, quizá, no reside en su simple aplicación, sino en el incesante desafío filosófico que nos plantea. Nos obliga a confrontar los límites de nuestra capacidad para trascender el daño, la venganza y el miedo. Nos fuerza a preguntarnos si la renuncia al resentimiento es un acto de debilidad o, por el contrario, la manifestación más radical de la libertad humana y política. En un mundo donde la irreversibilidad de la acción se siente cada vez más abrumadora, la cuestión del perdón nos empuja a considerar si, a pesar de todo, aún podemos imaginar y construir un futuro donde la capacidad de empezar de nuevo, de perdonar y prometer, prevalezca sobre el peso implacable de lo que ha sido. Cierro: ¿estamos, como especie, a la altura de este desafío?


Lisandro Prieto Femenía
Docente. Escritor. Filósofo
San Juan - Argentina

K-drama "Todo Bajo Control": Será el primer cortometraje de Samsung

 

La miniserie de 4 episodios se estrena el 21 de julio en el canal de YouTube de SamsungLatin


Costa Rica, 11 de julio de 2025. Samsung estrena el 21 de julio su primera producción original de K-drama Todo Bajo Control, una miniserie de 4 capítulos creada especialmente para la audiencia latinoamericana. La producción representa una evolución en la forma en que la marca se comunica con el consumidor: creando historias que reflejan sus valores, su ecosistema y su visión del papel de la tecnología en la vida cotidiana.
La producción, que tuvo una avant-premiere en el Galaxy Unpacked en Nueva York, se lanzarán nuevos episodios todos los lunes, desde el día de su estreno en el canal de YouTube de SamsungLatin.
Con cuatro episodios de cinco minutos, la historia relata la vida cotidiana de una joven pareja que se enamora cuando los dos se quedan atrapados en una casa tras una tormenta. La casa, el tercer personaje de la serie, es inteligente y superconectada. Está equipada con todos productos más recientes de Samsung, conectados a internet y con funciones de inteligencia artificial y optimización de rutinas.
La facilidad de conexión entre los productos y las posibilidades que surgen de la tecnología avanzada de la casa acaban proporcionando situaciones inusitadas a la pareja. La historia de amor se desarrolla con ligereza y emoción, lo que refuerza la propuesta de la marca Samsung de presentar la tecnología de sus productos como un aliado de la rutina y de las relaciones humanas.
Todo Bajo Control se rodó en Sao Paulo (Brasil) y fue idealizada por la agencia Cheil Brasil en colaboración con la productora Coração da Selva —también responsable del primer K-Drama brasileño, el exitoso A través del armario (HBO Max, 2023).
La producción narra los acontecimientos vividos por Yun-A (interpretada por la actriz y coreana-brasileña Sharon Cho) y Ji-Hon (primer papel del influencer coreano-brasileño Raphael Chung). En la trama, Yun-A es una ejecutiva obsesionada con su carrera; él, un heredero encubierto que intenta demostrar su valía por méritos propios. A lo largo de cuatro episodios de 5 minutos cada uno, los dos viven situaciones típicas de un “enemies to lovers” (de enemigos a amantes): bajo el mismo techo, la tecnología se convierte en un aliado (y a veces en un villano divertido) en esta convivencia forzosa.
Visualmente, la miniserie sigue la estética clásica de los K-Dramas: con momentos de cámara lenta, iluminación romántica y banda sonora emocional que acentúa los sentimientos de los personajes. Elementos como la lluvia y el uso simbólico de la comida crean una atmósfera íntima y cargada de tensión romántica, como en los mejores romances coreanos.
Producción latinoamericana inspirada en la cultura coreana de Samsung
El proyecto es una apuesta de Samsung en el uso de la dramaturgia como lenguaje de aproximación, planteando el entretenimiento como un formato más cercano, empático y relevante para presentar sus innovaciones y soluciones tecnológicas de manera integrada en el día a día. La propuesta es mostrar que la tecnología está presente en las pequeñas experiencias que hacen que la vida sea más simple, conectada y significativa.
La afinidad del público latino con el género coreano refuerza la elección de la marca. Según el informe de BB Media, fuera de la región Asia-Pacífico, América Latina es hoy el segundo mercado más afín a los K-Damas, con el 17% de los usuarios que demuestran preferencia por este género. El interés es particularmente alto entre los jóvenes de la Generación Z: un 41% en Colombia, 39% un México y un 35% en Brasil declara su preferencia por las producciones coreanas. En países como Ecuador (28%) y Perú (27%), las cifras también son destacables.
“Queremos mostrar nuestras innovaciones, productos y servicios en formatos que creen una verdadera conexión con la gente. Cuando usamos el entretenimiento como un medio, logramos convertir la tecnología en experiencia, no solo en publicidad. Todo bajo control es exactamente eso: contenido ligero, atractivo y accesible, donde el ecosistema Samsung está naturalmente integrado en la historia”, afirma Milene Gomes, directora de Retail y SmartThings de Samsung para América Latina.

Fuente: Samsung Electronics Ltda

martes, 8 de julio de 2025

5 síntomas clave que son señales para reducir tu consumo de azúcar

 


Cuando tienes un consumo elevado de azúcar, tu organismo envía algunos indicios de que tal vez es hora de hacer cambios.

Costa Rica, 8 de julio de 2025.- Ya sea añadida o refinada, el azúcar aporta calorías vacías y puede desplazar otros alimentos esenciales en nuestra dieta, lo que repercute en nuestro bienestar de formas inesperadas. ¿Cómo saber si es momento de reducir su consumo? Estas cinco señales te ayudarán a descubrirlo:

1.     Aumento de peso. Si has subido de peso sin grandes cambios en tu rutina, podría ser una señal de que estás consumiendo más azúcar de la necesaria. El exceso se convierte en energía no utilizada que el cuerpo almacena como grasa, lo que puede llevar a un aumento progresivo, especialmente si llevas una vida sedentaria.

2.     Cansancio frecuente o fatiga. ¿Te sientes sin energía a lo largo del día? El azúcar puede provocar picos rápidos de energía seguidos de caídas abruptas. Estos altibajos constantes terminan por hacerte sentir agotado, incluso si has descansado bien.

3.     Aparición de caries. El azúcar alimenta a las bacterias presentes en la boca, lo que incrementa la producción de ácidos que dañan el esmalte dental. Si has notado sensibilidad dental o visitas frecuentes al dentista, podría ser momento de revisar tu consumo de azúcar.

4.     Sensación de lentitud después de comer. Si después de comer sientes pesadez o te cuesta concentrarte, puede ser que tu cuerpo esté teniendo dificultades para procesar correctamente el azúcar. Esta sensación es una forma común en la que se manifiesta la resistencia a la insulina, un desequilibrio que puede presentarse sin darte cuenta, pero que tu cuerpo sí percibe.

5.     Estrés y ansias por comer. ¿Notas que al estar estresado se te antoja lo dulce? El consumo frecuente de azúcar puede alterar tus niveles de cortisol, la hormona del estrés, y afectar cómo responde tu cuerpo a la insulina. Esto genera un círculo vicioso: más estrés, más antojos, más dificultad para regular el apetito y la energía.


Cuida lo que importa

 

Si identificaste alguna de estas señales, es tiempo de tomar medidas para disminuir el consumo de azúcar. Entre las principales recomendaciones están: elegir alimentos naturales y ricos en fibra, evitar (en la medida de lo posible) los productos ultra procesados y leer con detalle sus etiquetados nutricionales, mantenerse hidratado y probar con alternativas como los edulcorantes no calóricos.

 

En los últimos años la tendencia de usar a los edulcorantes como una opción inteligente para quienes buscan el azúcar en su dieta sin renunciar a lo dulce. Splenda® es un ejemplo de ello, empleado en una variedad de aplicaciones, desde bebidas hasta repostería, su versatilidad lo hacen útil para lograr una alimentación más equilibrada.

 

Prestar atención a tu cuerpo y responder a sus necesidades te permite dar ese primer paso hacia una mejor vida. Al ser consciente de cómo el azúcar influye en ti se vuelve el inicio de un ciclo de elecciones más saludables, lo que te permitirá sentirte renovado tanto en lo físico como en lo emocional. Consulta a tu médico para tener un seguimiento más personalizado y específico de acuerdo contigo.


Fuente: Splenda.another.co

"No venimos a administrar lo posible: venimos a abrir caminos" Joselyn Sáenz Núñez, precandidata a Diputada por Cartago

 

Joselyn Sáenz Núnez
Precandidata del Frente Amplio a Diputada por Cartago


Soy Joselyn Sáenz Núñez, paraiseña de nacimiento y enamorada del Volcán Irazú que abraza a muchos cantones de nuestra provincia de Cartago. Politóloga, abogada en formación (bachillerato en la UCR para febrero 2026), jefa de despacho del diputado del Frente Amplio por Cartago, Antonio Ortega Gutiérrez. Mujer joven, trabajadora y mamá.

Vengo de una familia humilde y luchadora. Fui la primera en graduarme de una universidad pública gracias a programas como Avancemos y a una beca universitaria. Sé lo que significa esforzarse para salir adelante. Ese camino no es la excepción: es la historia de miles de personas que hoy exigen representación real y políticas que comprendan la vida cotidiana.

Tengo experiencia en el ámbito municipal, legislativo y electoral, que me ha permitido recorrer Cartago y el país con un compromiso claro: hacer política desde la escucha, el diálogo y la transformación. Me he formado en Derechos Humanos, Derecho Electoral y Comunicación Política. Empecé como consultora independiente en asesoría estratégica y comunicación política, fui asesora municipal en la Municipalidad de Alajuela y actualmente soy asesora legislativa y jefa de despacho.

Conozco el dolor de quienes no encuentran trabajo, de las mujeres que cuidan solas, de las juventudes que se ven forzadas a migrar, de comunidades que sienten que nadie las escucha.

Cartago necesita defender el agua y la vida, garantizar seguridad, infraestructura digna, un tren que funcione, salud accesible, empleo justo y cuido compartido. Estas han sido mis banderas desde mi activismo estudiantil, mi militancia frenteamplista de casi una década y mi trabajo como asesora. He acompañado la defensa de los derechos laborales de madres en lactancia, denunciado corrupción en proyectos como Taras-La Lima, impulsado la lucha por un tren decente y defendido nuestros recursos hídricos.

Esta candidatura nació colectivamente en el Frente Amplio, de quienes creemos que se puede hacer política con ternura, con inteligencia y con valentía.

No venimos a administrar lo posible: venimos a abrir caminos. ¡Vamos a levantar Cartago desde cada cantón, cada barrio y con cada causa justa! Sumémonos a este movimiento y lleguemos juntas y juntos, de la mano, a la Asamblea Legislativa.


Aviso meteorológico: Polvo del Sahara y su impacto en Costa Rica

 


lunes, 7 de julio de 2025

Comunicado de Prensa: Ministerio de Salud

 


“No se la juegue”

Mentir para vacunarse es delito: Salud remite caso a la fiscalía

 

Lunes 7 de julio de 2025. El Ministerio de Salud informa que ha trasladado a la fiscalía un caso por posible falsificación de información para obtener, de manera indebida, una vacuna contra la fiebre amarilla.

El hecho se relaciona con una persona que, al parecer, manipuló sus datos para agendar una cita sin cumplir con los requisitos establecidos, y luego lo compartió públicamente en redes sociales. La evidencia ya fue recopilada y está en manos del Ministerio Público.

El formulario incluía advertencias claras: brindar información falsa constituye una declaración jurada falsa y es sancionable penalmente según el ordenamiento jurídico costarricense.
El Ministerio de Salud no tolerará abusos ni acciones que vulneren los principios de justicia y transparencia de esta campaña de vacunación.

“No se la juegue: mentir para obtener una vacuna es un delito, y quienes lo hagan enfrentarán las consecuencias”. Añadió Mary Munive, vicepresidenta de la República y Ministra de Salud.
Desde la institucionalidad, se garantiza una campaña transparente y ordenada, pero se actuará con firmeza frente a cualquier intento de fraude.

Hacemos un llamado a la ciudadanía a respetar los lineamientos sanitarios, actuar con responsabilidad y denunciar cualquier irregularidad.


Fuente: Ministerio de Salud

sábado, 5 de julio de 2025

Artículo de Opinión: Imaginando una potente interposición sacra- Lisandro Prieto Femenía

 


Imaginando una potente interposición sacra

"La guerra es un fracaso de la política y de la humanidad, una capitulación vergonzosa, una derrota frente a las fuerzas del mal."-  Papa Francisco, Encíclica Fratelli Tutti, No. 261 (3 de octubre de 2020).
La imagen de la guerra, con su cruda realidad de destrucción y deshumanización, a menudo nos empuja a la desesperanza. Pero, hace un tiempo un hombre sabio me propuso imaginar un escenario que fracturaría esta situación: ¿qué pasaría si, en el epicentro de la vorágine, emergiera un acto de audacia moral tan radical que sacudiera los cimientos de la lógica bélica? En cada hombre, y por extensión en cada sociedad, se libra una lucha perenne entre el bien y el mal. Las guerras, tristemente, no son gestadas por dirigentes como Putin, Trump o Netanyahu por razones humanitarias o en busca del bien común. No debemos ser ingenuos: son impulsadas por la fría ambición de poder político y económico, sin importar en absoluto las vidas humanas que se pierden en la contienda —a veces millones—, las familias truncadas, los desplazados, los mutilados, etc. Esa profunda falta de humanismo es la marca de quienes orquestan la guerra, revelando una perversión en sí misma, motivada exclusivamente por intereses económicos y políticos.
Imaginemos por un instante una escena, quizás utópica en su idealismo, pero profundamente reveladora en su potencia simbólica, en la cual, en medio del intercambio incesante de misiles israelíes e iraníes, más unos cuantos drones y cohetes de los degenerados milicianos de Hamás, el Sumo Pontífice León XIV, con una convicción inquebrantable, decide cruzar las líneas del frente.
En esta visión distópica, casi apocalíptica, veríamos al Papa no en un púlpito o en un palacio apostólico, sino en las ruinas de Gaza, arrodillado sobre el polvo y los escombros que alguna vez fueron hogares, escuelas u hospitales. Su figura, símbolo de una fe que trasciende fronteras y dogmas, se alza frágil pero inmensa frente a la trayectoria inminente de los proyectiles. Con los brazos extendidos, o quizás con las manos juntas en señal de súplica, su voz resuena en un grito desesperado que busca ahogar el estruendo de esta ambiciosa guerra: "¡NO! ¡Haya paz!" Su presencia, un faro de humanidad en el epicentro de la barbarie, se interpone físicamente entre la furia de los misiles y la desolación de las ciudades asediadas y sus habitantes desahuciados. Proponer que el Papa lidere personalmente y de cuerpo presente en el conflicto, es un "decir basta" rotundo al mal, a la destrucción sin sentido, a la perversión inherente a la guerra.
Este acto, cargado de una inmensa fuerza moral y espiritual, nos obliga a contemplar la esencia de la guerra y la delgada fibra de nuestra humanidad. ¿Sería la figura del Papa, encarnación de la moral y la compasión universal, suficiente para que los dedos de quienes aprietan los gatillos duden? ¿Detendría un piloto de un F-16 o un operador de dron su misión al ver la silueta de León XIV en el objetivo, o los milicianos de Hamás pausarían sus lanzamientos al presenciar tal sacrificio? Esta hipotética interposición no solo detendría el fuego, sino que pondría a prueba la misma lógica de la beligerancia, preguntándonos si hay un límite moral que ni siquiera la brutalidad del conflicto se atrevería a cruzar. La situación nos confronta con la tesis de Carl von Clausewitz, quien en su obra fundamental De la Guerra (1832) afirmó que "la guerra no es más que la continuación de la política con otros medios". Si este acto del Sumo Pontífice tuviera éxito en detener la violencia, ¿significaría que la política y la moralidad tienen un medio superior, capaz de trascender la propia guerra?
La imagen del Papa en el campo de batalla no es meramente un acto de heroísmo, sino una provocación profunda a las conciencias e intereses. Algunos podrían tacharlo de ingenua quijotada, un gesto insignificante ante la implacable maquinaria de guerra y los intereses geopolíticos. Sin embargo, otros lo percibiríamos como un acto de valentía suprema, una manifestación pura de la conciencia moral que busca despertar la humanidad dormida en el fragor de la batalla. Esta acción radical nos fuerza a inquirir sobre la prevalencia de los imperativos morales frente a la inercia de la estrategia militar y la seguridad nacional. ¿Podría la empatía y la compasión dictar una pausa, un momento de reflexión que rompa el ciclo de la venganza?
La posibilidad de un acto así, de un líder espiritual interponiéndose físicamente en un conflicto armado, no es enteramente ajena a nuestro imaginario cultural. Se vienen a mi mente dos escenas sublimes de la ficción, como las retratadas en la aclamada serie "The Young Pope", donde el enigmático Pío XIII (Jude Law) avanza con una calma sobrenatural hacia una escuela con niños rehenes, logrando que su sola presencia detenga el enfrentamiento. De manera similar, en "The New Pope", presenciamos a un ficticio Juan Pablo III (John Malkovich) confrontando el horror crudo de un devastador ataque terrorista al visitar el lugar mismo de la tragedia, donde su voz se eleva en un potente y desgarrador "¡No!" ante la violencia y el sufrimiento allí vertido. Estas representaciones cinematográficas, si bien no se acercan a la realidad, anclan la poderosa idea de que una figura inmensa de autoridad moral, incluso desprovista de poder material, puede ejercer una influencia transformadora. Nos invitan, en definitiva, a considerar si esa potente fuerza simbólica, esa profunda fe en la conciencia ajena, podría efectivamente trascender el cálculo brutal de la guerra e inspirar un cese a la violencia.
Más allá de una interrupción momentánea, la cuestión fundamental radica en si un acto simbólico podría catalizar un cambio real en la dinámica del conflicto. ¿Podría sembrar la semilla de una reflexión más profunda en los líderes y las poblaciones, obligándolos a confrontar el costo humano y moral de sus acciones? Para las poblaciones civiles, ya sea en Gaza, Irán o Israel, este gesto podría ser la materialización de una esperanza largamente anhelada o, paradójicamente, una dolorosa revelación de la impotencia ante la barbarie. Mediante esta ficción reflexiva y su correspondiente simbología poderosa, se nos invita a considerar si la mera figura de autoridad espiritual podría forzar un replanteamiento de los objetivos bélicos y un retorno a la senda de la democracia o la confirmación de la decadencia total de la humanidad en su conjunto.
La puesta en escena de un acto tan disruptivo debe ser, para ser verdaderamente contundente y efectiva, necesariamente sorpresiva, impidiendo que los servicios de inteligencia puedan neutralizarla. Su difusión debe ser universal y en directo, garantizando que el mundo entero sea testigo de la interposición. Y el Pontífice no debería estar solo: su figura ha de ir acompañada de las verdaderas víctimas del conflicto, posicionándose en el lugar central de los hechos. Esta imagen busca no solo hacer reflexionar a aquellos "perversos" que dirigen la guerra, sino algo mucho más potente: busca movilizar a la humanidad toda, que no quiere ni necesita ninguna guerra, y hacer que diga "¡basta!" —y basta para siempre. En ese sentido, la potencia de la figura papal, como bien señalaba un personaje como Voiello en la ficción precitada, reside en la conciencia colectiva de sus mil quinientos millones de seguidores. Un ataque a su líder, en tal circunstancia de simbolismo puro, no sería perdonado, despertando el corazón y la mente de millones de cristianos y católicos que quizás hoy profesan una fe teórica, una caridad de pacotilla. ¿Qué clase de caridad cristiana es ver que matan a millones de indefensos por intereses espurios, para luego irme a la cama a rezar un par de avemarías y dormir como un tronco, inmerso en un absoluto individualismo cínico? El cristiano cree que la vida sigue igual, y no es así; los que mueren y sufren son semejantes, hermanos en Cristo.
La pregunta sobre la efectividad de una interposición papal se extiende con igual urgencia al conflicto entre Ucrania y Rusia, donde la devastación, el desplazamiento masivo y la pérdida de vidas son una constante diaria. Aquí, la complejidad es aún mayor, con una confrontación de gran escala entre potencias militares y una dimensión territorial y soberana ineludible. ¿Qué forma tomaría una acción significativa del Pontífice en este escenario?
Si León XIV decidiera visitar las ruinas de Mariupol o interponerse en la línea del frente en el Donbás, su acto no solo sería un grito moral, sino un desafío directo a la Realpolitik que subyace a la invasión. Su presencia allí, desarmada y vulnerable, podría exponer la cruda verdad de la agresión y la resistencia, forzando a los actores a confrontar la humanidad de sus adversarios. ¿Sería la conciencia del liderazgo ruso o ucraniano, por un instante, capaz de anteponer la vida humana a los objetivos militares o territoriales? La historia nos ha mostrado que, en la brutalidad de la guerra moderna, incluso los símbolos más poderosos pueden ser ignorados o utilizados para la propaganda mezquina. Sin embargo, el riesgo de dañar una figura tan venerada podría ser un cálculo político de alto costo, capaz de influir en las decisiones de ataque o defensa.
Estas hipotéticas interposiciones, ya sea en Gaza o en Ucrania, plantean la cuestión de la autoridad moral en un mundo secularizado y multipolar. ¿Tiene la fe aún el poder de detener las balas? La visión de un líder espiritual arriesgando su vida por la paz no solo desafía a los beligerantes, sino que interpela a la comunidad internacional. Demuestra que la inacción no es una opción, que la indiferencia es complicidad y que la búsqueda de la paz es una responsabilidad compartida, no delegable solo a la diplomacia o militar. En los actuales escenarios de devastación, la figura del Pontífice se erige como un recordatorio de que, más allá de la política y la geopolítica, persiste una dimensión trascendente de la moralidad humana, una que clama por el fin del avasallamiento impune y asqueroso sobre la dignidad humana.
Ahora bien, no solo en el cine y las series podemos encontrar aliento. La historia de la Santa Sede está marcada por numerosos esfuerzos por mitigar conflictos, a menudo a través de una diplomacia discreta pero persistente. Un ejemplo paradigmático lo tenemos nosotros mismos, los argentinos, en la mediación de Juan Pablo II en el conflicto del Beagle con Chile a finales de los años 70 y principios de los 80. Cuando ambas naciones estaban al borde de una guerra por la soberanía de unas islas en el Canal de Beagle, la intervención de Su Santidad, a través de su enviado personal, el cardenal Antonio Samoré, logró detener las operaciones militares y sentar las bases para un tratado de paz que evitó un derramamiento de sangre masivo. El Papa actuó como un árbitro moral y político a la distancia, utilizando el peso de su autoridad moral y espiritual para facilitar el diálogo y el entendimiento entre gobiernos militarizados.
Sin embargo, el acto que imaginamos en Gaza, Irán o Ucrania trasciende con creces esta diplomacia tradicional. No se trata de una mediación negociada desde los confines del Vaticano, ni del envío de un emisario con mensajes de paz. Se trata más bien de una interposición in situ, un acto de presencia física vulnerable y directa en el epicentro de la confrontación. Esta diferencia es crucial, porque el Papa, en nuestra hipótesis, no busca sólo el cese de las hostilidades a través de la negociación, sino que se convierte él mismo en el punto de fricción moral, en el obstáculo humano para la continuación de la violencia. Es un cambio de paradigma: de la influencia diplomática a la encarnación viva del imperativo de la paz. Este gesto, si bien puede parecer desesperado, es en su esencia un llamado a la conciencia que busca despertar una respuesta humana inmediata, incluso cuando las estructuras políticas y militares parecen haber olvidado el valor intrínseco de cada vida. En la historia hemos visto que al mundo lo han dirigido muchos perversos, malignos, que destruyen vidas como si ellos fueran los que deciden quiénes viven y quiénes mueren. Nadie les debe haber dado esa facultad, sino que la han tomado ellos mismos gracias a la imbécil pasividad de los buenos, de ese famoso rebaño de "boludos" que no hacen nada. Pues bien, es hora de que alguien se les pare de manos, y el Papa es el indicado.
En definitiva, amigos míos, la imagen de un Pontífice arrodillado entre misiles, gritando por la paz en las ruinas de la desolación es, en su raíz, un acto de fe. No solo fe religiosa, sino fe en la capacidad de la humanidad para detener su propia autodestrucción. Este escenario hipotético-ficticio, que desafía la lógica implacable de la avaricia geopolítica, subraya una verdad fundamental a menudo subestimada en el cálculo del poder: la inmensa autoridad moral que una figura como el Papa puede ejercer.
Más allá de la oración y de los llamados a la paz emitidos desde el balcón de San Pedro, León XIV posee una investidura única, apoyada por una comunidad de más de mil quinientos millones de católicos en todo el mundo. Esta vasta congregación no es solo un número; es una red de influencia espiritual y moral que impregna sociedades y culturas y, en última instancia, las conciencias individuales de millones de personas, incluyendo a muchos de aquellos que están en posiciones de poder. El poder de interceder, de movilizar la conciencia global y de personificar el clamor por la paz, no debe ser subestimado. Cuando la diplomacia corrupta tradicional languidece y la razón estratégica prevalece sobre la vida humana, un gesto de tal magnitud, una interposición in situ que desafíe la sed de muerte de la guerra, podría ser el catalizador inesperado que rompa con el ciclo interminable de la violencia naturalizada. Cristo en su momento hizo esto: se expuso a las fuerzas del mal para crear la doctrina del amor y de la paz. No podemos seguir pidiendo amor y paz a los perversos en forma "elegante", ingenua diría, porque se nos ríen en la cara. Pero ponerlos en ridículo, en la posición de tener que decidir si atacar cuando el mismísimo Papa está "poniendo el pecho a las balas", no solo hace reflexionar a los perversos, sino algo mucho más potente: hace que la humanidad diga “¡basta!”. Es también el recordatorio de que los seres humanos, incluso en sus momentos más oscuros, albergamos la capacidad de elegir la compasión sobre la confrontación, la razón sobre la venganza y la paz sobre el abismo del exterminio.

Lisandro Prieto Femenía
Docente. Escritor. Filósofo
San Juan - Argentina


Asociación No Hago Ni Mates cumple 2 años

 

 Organización se dedica voluntariamente a dar alimento y vestimenta a personas en vulnerabilidad

Mediante publicación la Asociación No Hago Ni Mates describió que celebraron su segundo aniversario de una manera muy diferente al año anterior, pero con mucho regocijo y agradecimiento. Lo hicieron ayudando a tres hermanos en condición de calle; los cuáles decidieron realizar el internamiento para iniciar el proceso de reinserción social.


"CUMPLIENDO AÑOS...

Saludos Amig@s Tod@s !!!

🟠 Queremos compartirles que la CASA ANARANJADA el pasado JULIO 02 CUMPLIÓ 2 AÑOS, correcto, 2 años de dar DESAYUNOS, ROPA, ARTÍCULOS DE HIGIENE PERSONAL y MEDICAMENTOS DE VENTA LIBRE y lo hacemos TODOS LOS DÍAS y lo hemos hecho ININTERRUMPIDAMENTE...

🟠 El año pasado celebramos nuestro Primer Aniversario, con Fiesta, Desayuno, Queque, Helados, Bebidas, Invitad@s, Música, Cámaras, Videos, much@s de Ustedes nos acompañaron en ese día tan bonito, en ese evento tan emotivo, en esa fecha tan especial...

🔴 Pero este JULIO 02 quisimos celebrar nuestro 2DO. ANIVERSARIO de una manera muy especial, de una manera muy EFECTIVA, EFICIENTE y EFICAZ, muy a nuestro estilo, INTERNAMOS A 3 HERMANOS DE LA CALLE..., ese día ORLANDO, GERALD y CRISTIAN durmieron en cama, cobijados, bajo techo y con la barriga llena...

🔴 3 HERMANOS DE LA CALLE INTERNADOS EL DÍA DE NUESTRO CUMPLEAÑOS...

🟠 Así trabajamos en NO HAGO NI MATES, esta es una Obra Única y Maravillosa que TRABAJA TODOS LOS DÍAS, esta es una Misión de Asistencia Social DE PUERTAS ABIERTAS...!!!

🟠 Gracias por el apoyo y la confianza depositada en nuestra Iniciativa de Buena Voluntad, seguimos creciendo, vienen COSAS GRANDES, COSAS MARAVILLOSAS, cosas por PRIMERA VEZ aquí en Cartago Centro...

Atte.,


EL EQUIPO ANARANJADO...
Y TOD@S desde NO HAGO NI MATES "
🤝🤝🤝

Como Noticias Digital deseamos extender nuestras felicitaciones a la Asociación No Hago Ni Mates por cumplir 2 años de voluntariado; una labor social exhaustiva, pero a su vez gratificante, y que lleva bendiciones y esperanza a decenas de personas en condición de vulnerabilidad en Cartago.


jueves, 3 de julio de 2025

Comunicado de Prensa Ministerio de Salud: Vacuna Fiebre Amarilla

 

Miércoles 02 de julio, 2025. Ante la baja disponibilidad de la vacuna contra la fiebre amarilla en el mercado privado, según datos de la Cámara Costarricense de la Salud, y considerando la emergencia sanitaria nacional declarada en Colombia, así como el aumento de costarricenses que planean viajar a ese país durante julio, el Ministerio de Salud anuncia una nueva jornada de vacunación.

Las personas interesadas deberán solicitar su cita a través de un formulario digital en el encalce Las personas podrán agendar su cita mediante el enlace  https://www.ministeriodesalud.go.cr/citas/citas.html, el cual estará habilitado en dos momentos:

Jueves 3 de julio, a partir de la 1:00 p.m

                                                   Fecha                                 Horario

250 Dosis por día                   4 y 5 de Julio                        8am-12md

500 Dosis por día                   7 al 12 de Julio                      8am -12md


Sábado 12 de julio, a partir de la 2:00 p.m.

                                                     Fecha                                Horario

500 Dosis por día                     14 al 19 de Julio                  8am-12md

500 Dosis por día                      21 al 24 de Julio                 8am-12md


Lugar de vacunación: Estadio Nacional

De acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud, en lo que va del año 2025 se han registrado 235 casos de fiebre amarilla en la región de las Américas, con una tasa de letalidad del 41%. Los países con mayor número de casos incluyen Brasil, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia.

Se recuerda que las personas con viajes programados hacia otras zonas de riesgo mantienen la excepción previamente comunicada, y podrán viajar sin necesidad de la vacuna hasta el 31 de agosto de 2025, fecha en la que finaliza el período de excepción.


Fuente: Ministerio de Salud

Tecnología: Copilot+ en acción: cómo la IA puede ayudarte ahora mismo

  Es posible que lo hayas oído mucho últimamente, pero la IA ya no es algo lejano: está aquí y ya está transformando la forma en que trabaja...